MASAJE FACIAL KOBIDO
LIFTING NATURAL
LIFTING NATURAL
Historia del Masaje Kobido
Proviene del masaje tradicional japonés, el cual hunde sus raíces en la medicina tradicional china, cuyos orígenes se remontan a los tiempos del emperador Huan Di (2697-2597 a.C.).
En 1472, la emperatriz de
Japón solicitó específicamente el masaje Kobido, convirtiéndose en un
tratamiento exclusivo de la familia imperial.
El masaje Kobido es un masaje facial que durante siglos estuvo reservado exclusivamente para la familia imperial y miembros de la realeza japonesa, tanto por su sofisticación y delicadeza como por el asombroso efecto rejuvenecedor y reafirmante.
El masaje Kobido es un masaje facial que durante siglos estuvo reservado exclusivamente para la familia imperial y miembros de la realeza japonesa, tanto por su sofisticación y delicadeza como por el asombroso efecto rejuvenecedor y reafirmante.
Según la tradición japonesa, la belleza es un reflejo
del equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu, y
éste se refleja en el rostro.
El maestro
Ito, que fue durante
cincuenta años el Gran Maestro del Linaje Kobido, designó a Shogo Mochizuki
como su sucesor. En 1984, Shogo Mochizuki se trasladó a Estados Unidos donde
comenzó a enseñar y difundir este arte Kobido.
La técnica del Masaje Kobido
En el masaje facial se trabajan los 16 músculos superiores de la cara de manera profunda.
Relajándolos, reeducándolos y devolviéndoles su forma natural. Desbloqueando el tejido conectivo subcutáneo y haciendo que los vasos sanguíneos y linfáticos puedan circular libremente.
Se nutren y se limpian todas las células de la dermis y de la epidermis. Estimulando así la producción de colágeno y elastina, responsables del tono cutáneo del rostro.
Éste tipo de masaje se hace con movimientos muy rápidos y concisos para que se mueva y regenere la musculatura facial.
La razón por la que al masaje Kobido se le suele llamar en Occidente Lifting Facial Natural, es porque consigue
los mismos efectos que un lifting, pero de forma natural, ya que
no se utiliza ningún componente extraño, como son los químicos o quirúrgicos.
Beneficios
-Combate el estrés
-Atenúa las arrugas de la frente, patas de gallo
y labios.
-Reduce las líneas de expresión
-Reduce la flacidez de la piel
-Reafirma los tejidos del cuello, de la frente,
mejillas, mentón y ojos.
-Aporta luminosidad en el rostro
-Incrementa la circulación sanguínea
-Reduce las
manchas
-Aumenta la oxigenación del cerebro
-Tiene acción sedante sobre las terminaciones
nerviosas
-Activa la circulación
Es reconocido como un buen rejuvenecimiento facial,
pues consigue que se expanda la piel, se reduzcan las arrugas y se potencie la
elasticidad, con el fin de retrasar el
envejecimiento y mantener la vitalidad.
En una sola sesión de Kobido se produce una
profunda relajación en el rostro y dicha sensación se extiende hacia todo el
cuerpo.
Con un tratamiento prolongado de 4 a 6 sesiones,
según la necesidad, se consigue la desaparición y la difuminación de las líneas
habituales de la expresión del rostro, dejando la cara con una expresión más
suave, saludable y una piel llena de luz y vitalidad juveniles.
Los efectos mas significativos en el rostro son:
Efecto reductor y corrector: Del mismo modo que el ejercicio reafirma y tonifica el cuerpo, el Masaje Facial Japonés fortalece y tonifica la musculatura facial ayudando a prevenir la flacidez y las arrugas.
Efecto radiante: Aumenta el riego sanguíneo de la piel, favoreciendo la eliminación de células muertas, aumentando la luminosidad, dando un aspecto saludable y una sensación fresca y juvenil del aspecto de la piel. También incrementa el aporte de nutrientes más eficientemente, reduciendo y ralentizando los signos visibles del envejecimiento.
las tres fases del tratamiento
Antes de comenzar con el tratamiento se hace una limpieza facial y un peeling dejando la piel totalmente limpia.
Fase primera: En esta
fase, la más característica de este masaje, se trabaja profundamente la
musculatura facial y el tejido cutáneo y conectivo generando una gran
oxigenación, propiciando la revitalización y estimulación en la producción de colágeno.
Fase segunda: Aquí se
trabajan los puntos tsubos o puntos de digitopuntura del rostro favoreciendo el equilibrio energético
y una profunda relajación.
Fase tercera: En la
última fase, el rostro es drenado reconduciendo el producto de desecho metabólico
hacia los órganos excretores y limpiando los tejidos desde el interior,
mejorando así también el aspecto del tejido.
Se utilizan aceites de aromaterapia adecuados para cada tipo de piel. Dándole una mayor de sensación de bienestar al masaje, ya que con los aceites no sólo van a actuar de manera física terapéuticamente, sino que su aroma nos relaja y calma el alma.
Se incluye en el tratamiento si la paciente lo desea, música relajante y una meditación.
Tiempo
aproximando del tratamiento 90 minutos.
Para contratar éste tratamiento puede contactar en el 619 47 77 16
Para contratar éste tratamiento puede contactar en el 619 47 77 16